Nuestro recorrido comienza en Bruck an der Mur, una encantadora ciudad enclavada en el impresionante paisaje montañoso de Estiria. Dos ríos y tres valles se encuentran aquí, lo que convierte a la ciudad en un verdadero punto neurálgico de la región. Un paseo por el centro revela elegantes casas burguesas y una historia fascinante: Bruck fue en su día un importante centro comercial y de transporte. Uno de los mayores atractivos arquitectónicos es sin duda la Casa Kornmesser, un joya del gótico situada en plena plaza principal.
Tras disfrutar del ambiente urbano, nos dirigimos a la naturaleza: al famoso Grüner See (Lago Verde). Su agua cristalina y de un verde esmeralda casi mágico deja sin palabras. Este efecto de color se debe a la combinación de la luz, el agua pura del deshielo y el fondo claro de roca – una imagen que permanece en la memoria.